Muerte (en prisión) de un guerrillero

En septiembre, el ex líder guerrillero maoísta Abimael Guzmán murió en una prisión de Perú donde había estado durante casi treinta años. Ha sido retratado por la prensa peruana y mundial como uno de los líderes “marxistas” más criminales y brutales del mundo, culpado por la muerte de más de 80,000 personas y la destrucción de propiedad privada y gubernamental.

Fue el fundador del “Pensamiento Gonzalo” (después del “Pensamiento Mao Zedong”) y creó su propio culto a la personalidad, viéndose a sí mismo como una de las “cuatro espadas” del marxismo, después de Marx, Lenin y Mao. Viajó a China en 1966 y 1967 durante la Revolución Cultural y formó parte de una escisión del Partido Comunista del Perú (Bandera Roja). El Pequeño Libro Rojo de Mao se convirtió en su Biblia. Cuando regresó al Perú, formó un grupo guerrillero llamado Sendero Luminoso con algunos de sus profesores y jóvenes estudiantes que provenían de familias campesinas,

La clase obrera, y no el Estado ucraniano, es la verdadera víctima de esta guerra, ya sea como mujeres y niños indefensos masacrados, refugiados hambrientos o carne de cañón reclutada en cualquiera de los dos ejércitos, o en la creciente miseria que los efectos de la guerra traerán a los trabajadores de todos los países.

“The Rebellion of the Hanged”

Capital must always have wage-labour and it has always been ruthless in the methods by which it has built up its armies of wage workers. B. Traven in this book shows the trickery, the callousness and the vile “legal” practices by which the Mexican Indians were dragged away from their small plots of land and poverty-stricken farms in order to be made wage-slaves in the great lumber camps of Mexico.

The story of Candido Castro, Celso, Martin Trinadad and other Mexican Indians is set in the period just before the Mexican revolution which deposed President Porfirio Diaz in favour of Madero. It tells of the brutality and the abominable tortures inflicted upon these poor natives in order to make diem work ever harder and harder. The output of logs demanded from them is continuously stepped up by the lumber camp bosses and failure to satisfy the demand results in floggings, hanging naked by the feet in the tropical sun or being buried up to the nostrils in the sand with the uncovered head exposed to the sun and insects. The hanging is the favourite form of torture with the bosses and foremen and it is that which gives the book its title.

The Indians finally rebel and become more ruthless and cruel than their erstwhile employers. They torture, maim and kill, partly in revenge and partly because they know that they have no hope of clemency if their uprising is suppressed. Their adventures as they march through the tropical forests in the rainy season make stirring reading.

Mr. Traven has no illusions about rebellions. He sees their limitations and knows the difference between a rebel and a revolutionary. When Mexican peóns are killing the landowners their object is to claim the land for themselves, to share it out amongst them. Says Martin Trinadad towards the end of the story:

“. . . the instinct of possession and property are more anchored than before in this ranch. Only the name of the owner has changed, and I can predict to you, comrade, that to-morrow or the day after the new proprietors will fight like devils amongst themselves with machetes until only one is left, if even one, to enjoy the property. The man who gets possession of the revolver will be the new master, the one who has the shotgun will be overseer. And those who by chance survive will become peóns again.”
And again:
“Ease and speed are not worth anything to revolutionaries. These here have changed ownership of fields and pigs. What ought to have been changed are the ideas on which the whole system rests. Yesterday the master was called Don Churcho. He’ll be called Florencio tomorrow, after now being called Eusebio. There will always be a master; that is to say, nothing will have changed…. A revolution which is explained and needs motivation is no revolution. It’s merely a fight to get property and jobs. The true revolution, the one that is capable of changing systems, is deep in the character of all revolutionaries. The real revolutionary doesn’t think in terms of the personal benefit he may get from the revolution. He tears down the social system in which he suffers and sees other men suffer. He sacrifices himself and dies in order that he may destroy and bring about other ideas.”
Now that I have read “The Rebellion of the Hanged,” whenever I see the name of B. Traven on the cover of a book I shall be searching through my pockets to find if I have enough ready cash to buy it.

W. WATERS

Socialist Standard, May 1952

A People's History of the Mexican Revolution
(132) A People's History of the Mexican Revolution, La Revolución Mexicana - YouTube

CASTRO: NACIONALISTA LATINOAMERICANO

El 26 de noviembre murió Fidel Castro, uno de los dictadores más antiguos de América Latina. El anuncio de su muerte fue hecho por su hermano Raúl Castro en la televisión estatal. Su muerte fue celebrada por los opositores al gobierno de Cuba en Miami en Florida, y también fue tomada como una triste noticia por muchos de los izquierdistas latinoamericanos y partidarios del régimen cubano.

En 1959, Fidel Castro, Raúl Castro y el Che Guevara fueron parte de una rebelión armada que provocó el derrocamiento de la dictadura de Fulgencio Batista, un gobierno respaldado por los Estados Unidos durante varios años. Luego, parte de la élite gobernante de Cuba se desplazó hacia el apoyo de la guerrilla que luchaba en la Sierra Maestra contra las fuerzas militares cubanas.

Después de su victoria, Fidel Castro y el Partido Comunista de Cuba iniciaron la nacionalización de todas las propiedades y activos estadounidenses, y todas las tierras privadas fueron tomadas por el estado. Estados Unidos declaró un embargo a la isla.

Castro se declaró a sí mismo un "marxista-leninista" y entró en una relación con la Unión Soviética, y estableció una forma de capitalismo de Estado como la establecida por los bolcheviques, y lo llamó socialismo. En un país donde la agricultura prevalecía sobre la producción industrial, el azúcar era la principal producción que existía en todo el país, y la mayoría de los trabajadores eran campesinos y no tenían ninguna conciencia socialista. El nivel de analfabetismo era elevado en las zonas rurales del país. El atraso económico fue como en la mayoría de los países de América Latina

Después de la derrota de la invasión de Bahía de Cochinos, que fue financiada por los Estados Unidos y respaldada por la CIA, y, en el apogeo del período de la Guerra Fría después de la crisis de los misiles de 1962 durante el gobierno de John F. Kennedy en los Estados Unidos, y Nikita Khrushchev en la Unión Soviética, se firmó un acuerdo de no intervención entre los Estados Unidos y la Unión Soviética.

Se implementaron varios programas de reforma social y económica, como los servicios médicos estatales, el transporte público y la educación pública. Se inició un amplio programa de educación en todo el país,

Comenzó un largo período de estancamiento, pobreza y escasez. Si bien el gobierno culpó de esto al embargo impuesto por los Estados Unidos, nunca reconocieron que el llamado socialismo en un país era una imposibilidad y que a pesar de la colaboración con la Unión Soviética, que también se proclamó un país socialista, las leyes económicas del capitalismo prevalecieron en el país. La mayoría de los seguidores del "socialismo" cubano en América Latina culparon de los problemas de Cuba simplemente al embargo de los Estados Unidos, y nunca reconocieron el carácter de clase de la élite gobernante y la explotación económica de los trabajadores cubanos.

Durante muchos años, la izquierda latinoamericana proclamó a Fidel Castro como el líder y comandante en jefe de la revolución cubana, y un bastión del socialismo en esa región donde muchos grupos guerrilleros fueron financiados por Cuba en nombre de la Unión Soviética durante el período de la Guerra Fría. La mayoría de esos grupos fueron derrotados por las fuerzas militares de varios países latinoamericanos.

Toda la región de América Latina es una clara indicación de que el socialismo no puede ser establecido por un pequeño grupo de individuos armados. La gran mayoría de los trabajadores sin conciencia de clase nunca dieron apoyo a ninguno de estos grupos, incluida la guerrilla de Manolo Tavarez Justo, y la invasión de Francisco Caamano en la República Dominicana, que al final no obtuvo el apoyo de Fidel Castro y el Gobierno cubano. De la misma manera, el Che Guevara no recibió ningún apoyo del Partido Comunista de Bolivia.

El Che Guevara fue asesinado en Bolivia tratando de obtener el apoyo de los campesinos para llevar a cabo la misma revuelta que tuvo lugar en Cuba en 1959, y los guerrilleros que lo acompañaban fueron asesinados o encarcelados. Dentro de la dirigencia cubana fue el único que abogó verbalmente por una sociedad sin dinero, pero después de que la guerrilla fidelista tomó el poder se convirtió en el ministro de Comercio, y estuvo a cargo del Banco Central de Cuba, lo que contradecía su aspiración de una sociedad socialista sin dinero.

A pesar de su retórica y fraseología socialista y marxista, ninguno de los líderes de la revolución cubana, incluido Fidel Castro, tuvo una concepción real de lo que debería ser una sociedad socialista. La mayoría de los discursos y escritos de Fidel Castro muestran que fue un apologista del nacionalismo latinoamericano y más tarde representante de la lucha de la clase capitalista latinoamericana por liberarse de la influencia del capitalista estadounidense, como Domingo Perón en Argentina, y Ernesto Cárdenas en México, y Hugo Chávez en Venezuela.

El caso de Cuba es un ejemplo vivo de lo que el Partido Socialista y los partidos acompañantes del Movimiento Socialista Mundial han indicado durante muchos años, que es que el socialismo no puede establecerse en un solo país, y que debe ser establecido a escala mundial por la vasta mayoría socialistamente consciente de los trabajadores,  y que el socialismo no puede establecerse en una sociedad económica atrasada para ser una sociedad de libre acceso. Esa es la razón por la que el régimen cubano tuvo que iniciar un programa de racionamiento con la excusa de crear igualdad entre los trabajadores, mientras que la élite gobernante disfrutaba de todo tipo de privilegios y beneficios.